lunes, 17 de septiembre de 2007

El día anterior al jardín.


A mí me gusta venir acá, es un lugar re lindo en donde hay cantidad de cosas de madera que parecen animales, pero yo sé que antes fueron árboles. Mamá siempre me deja recorrer todos los juegos, y a mí me encanta correr por el monte entre las ruedas de autos, las hamacas y los animales de madera.
Este domingo le supliqué a mami y ella me trajo acá, que ella le llama algo así como "Jagüel", pero yo no sé que quiere decir esa palabra, capáz que después ma me dice porque le dicen así.
Así que salimos los tres en moto para el Jagüel: mamá , yo, y el novio que tiene, porque me había olvidado de decirles que mamá se enamoró, para mi que es la primavera, el olor que sacan las flores que hace que la gente se enamore...
Llegamos y lo primero que hice fue correr hacia las hamacas, me encantan las hamacas, creo que va a ser uno de mis juegos favoritos por siempre. Pero lo que más me gusta de venir acá son los juegos raros que hay, pedazos de troncos con forma de animales, ruedas de camiones que forman túneles, y muchos juegos más, tantos que siempre que vengo encuentro uno nuevo...
Pero esta vez me quedé fascinada con uno, era una especie de laberinto hecho con caños y vos podías bajar por una escalera y después tenías como cuatro salidas abajo, me encantaba bajar por la escalera y luego elegir al azar cualquier salida. En eso mientras bajo y me doy vuelta para elegir el orificio que está a mi espalda veo que hay un señor que me está sacando una foto. A mi me gusta que me saquen fotos, así que fuí corriendo y le dije al señor si no me mostraba la foto. Yo me veía muy oscura porque estaba dentro del laberinto pero igual me gustó. Le pregunté el nombre y me dijo que se llamaba Franco, en eso me empiezo a reír cuando veo que estaba con una muchacha, porque los dos usaban gorros que eran igualítos, grises y a cuadritos, era muy cómico. Me preguntaron como me llamaba y yo les dije que Nuria, y que tengo así de dedos (que son como cuatro), la muchacha me dijo que ella se llamaba Karen, y me acordé que en Navidad vino a casa una tía que vive muy lejos, re lejos, y que también se llamaba Karen.
Así que cómo mamá me deja jugar por todo el parque me fuí a sacar fotos con los dos. El señor sacó muchas, muuchas fotos de los juegos, y yo me reía porque no entendía como un señor ya grande sacaba fotos de los juegos, pero igual era simpático, aunque tampoco entendía cuando se reía cuando yo le pregunté si tenía hijos, él me dijo que era muy joven y que todavía no tenía, y yo le mostré muchos de mis dedos para ver si podía adivinarle la edad, pero me parece que le erré porque seguía riéndose. Después fuímos para las hamacas y Karen me hamacó, mientras Franco seguía sacando fotos. Luego ellos se fueron, pero yo no quería, porque me divertía y no quería estar sola, y tampoco molestar a mamá que estaba enamorándose con su novio. Entonces cuando empecé a seguirlos mamá me vió y me dijo que los dejara tranquilos, y ellos siguieron caminando por el parque sacando fotos.
Entonces me empecé a aburrir, y le dije a ma que me dejara ir con ellos que no era muy lejos, y comencé a hacer berrinche, y tanto que por fin mamá me dejo ir con ellos. Pero ellos estaban re lejos, así que corrí rapidísimo por el parque hasta que los alcancé, ellos se rieron mucho cuando me vieron y me preguntaron si tenía permiso de mi mamá, y yo les dije que sí.
Caminamos y recorrimos toda una parte del parque que no conocía muy bien y me encantó, había muchos bancos de madera que estaban bajo un techo de enredadera enorme, y entonces salté por los bancos y corrí por los pasillos, y Franco mientras me sacaba fotos. Luego me saqué muchas fotos con Franco y Karen y cuando íbamos a seguir caminando vino mamá a buscarme. Me quedé con ganas de seguir paseando pero ma ya se estaba yendo.
Entonces me despedí de Franco y Karen, y Franco me preguntó a que escuela iba, y yo le dije que al jardín N° 4, y él me dijo que hacía música con unos instrumentos y que iba a ir a mi jardín a tocar, entonces yo me quedé contenta pensando que capáz los iba a ver de vuelta, o los iba a encontrar nuevamente en el parque mientras jugaba en el laberinto.

1 comentario:

Rafael Tortt dijo...

Bueno : Parece que por suerte nunca vamos a deshacernos del niño que llevamos dentro.Tal vez la hitoria sea parcialmente real, o en su totalidad; o tal vez sea solo producto de su imaginación Franco.No lo se...tampoco quiero saberlo...Me gustó mucho...